Convencimiento íntimo de que uno es capaz de realizar con éxito una determinada tarea objetivo, meta o bien elegir la mejor alternativa cuando se presenta un problema, es decir tomar la mejor decisión. Es confiar en que en general uno va a salir airoso de una situación, por difícil que parezca.
La confianza en uno mismo no es una cualidad estática; es un estado mental que requiere un esfuerzo considerable para mantenerse cuando las cosas se ponen difíciles.
Debe ser aprendida y practicada al igual que cualquier otra habilidad.