Hace un par de días tuve un muy muy mal día, tuve una clase de gimnasia que me dejo exhausta y luego no tenía motivación para nada. Salí con mis padres pero me di cuenta de que estaba en modo automático, todo me pasaba por delante y me sentía dormida, perdida. Luego empecé a pensar en cuanto tiempo llevaba así y lo rápido que caía en esta tendencia y realmente me asusté, sentí que me estaba perdiendo, las cosas que solían gustarme ya no me emocionaban y me costaba sentir profundamente las cosas, relacionarme y conectarme. Me puse a reflexionar seriamente y acabe angustiada por todo esto, pero tenía tanto miedo que comprendí que no podía seguir así, necesitaba hacer algo al respecto, sin embargo, ya había intentado mejorar por mí misma, haciendo planes o fijando metas y claramente eso no estaba funcionando, así que decidí tomar acción y hablé con mi mamá.
No fue fácil explicar qué me estaba pasando o cómo me estaba sintiendo, pero ella también entendió que las cosas necesitaban cambiar y yo necesitaba ayuda. Así que me ayudo a buscar opciones, profesionales para hablar, incluso tal vez un voluntariado.
Esto no solucionó todo, obviamente, las palabras ayudan mucho pero no solucionan todo, sin embargo, ahora ya no estoy sola en esto y ya hay un verdadero plan de acción. Tengo esperanza de nuevo y todo porque hablé, no me quedé callada.
No era la manera en la que me imaginaba contándole a alguien de todo esto, quería hacerlo con calma, con un plan, pero siempre había excusas para no hacerlo aún, fue hasta que caí bajo que realmente entendí la importancia de hacerlo y tome la iniciativa, así que, aunque las cosas malas nos duelan y sean difíciles, a veces traen cosas mejores después.
"Stars can't shine without darkness"