El Parkinson es un padecimiento cuyos efectos solo son parte de la verdadera causa que representa y que secuestra tanto al paciente como a la familia a un confinamiento no esperado.
En mis largas horas de desvelo navegando en el internet encontré un tratamiento que según decía me ayudaría en el control del Parkinson.
En un principio pensé esto es una verdadera locura, si he sufrido de caídas o equilibrio como voy a poder entender estos ejercicios.
Para esto aunque había disminuido mi temblorina todavía tenía problemas con el equilibrio y aunque usaba bastón casi siempre mi pierna derecha tenía un comportamiento muy desequilibrante en mi cuerpo (poca rigidez) por ello pese que el ejercicio que me recomendaban podía hacer efecto.
¿SUBIRME A UNA BICICLETA? Que ridículo pensé en un momento, si tengo caídas constantes aun con el bastón, de seguro me mato si tomo un ejercicio así.
Nuevamente el temor y desesperación me hizo consultar a mi segunda y tercera opinión médica dos de ello me dijeron “ES BAJO SU RIESGO” así olímpicamente se zafaron de su responsabilidad facultativa y dejaron tomar yo mi decisión propia.
Tome mi decisión y compre una bicicleta estacionaria (FIJA) para estar cerca de mi familia por si algo me pasaba estaría en casa para una atención propia (ojo la recomendación que yo vi de una terapia era una bicicleta móvil) no pasó nada durante los siguientes días , una sesión diaria de ejercicio por unos 40 minutos.
Algo que a la tercera semana note es que mi problema de equilibrio se volvió mas controlable y mis caídas menos frecuentes.
Aunque seguían todavía latentes mis alucinaciones y mi conducta anormal en algunos casos.
En un mes de acción con mi bicicleta estacionaria prácticamente normalice mi equilibrio, al parecer ya había tomado algo de fuerza mi pierna derecha que era la que me fallaba y fui abandonando el bastón que durante más de un año me acompaño, aclaro que para mi era una verdadera molestia que me incomodaba y muchas veces ciento que me estorbaba mas que me ayudara.
El cambio fue sorprendente después de 6 semanas de ejercicio con esta bicicleta fija y asi lo vio mi especialista, la que si me dijo que lo intentara.
Un día cuando me encontraba en un supermercado me acerque al área de deportes y vi una bicicleta que me gusto y nuevamente entro mi comportamiento inusual que en esta enfermedad había yo adquirido (LA IMPERIOSA NECEDAD DE HACER LO QUE A MI ME PLAZSCA SIN MEDIR LAS CONSECUENCIAS) la compre con la misma ilusión de un chiquillo de 12 años con un nuevo juguete.
Ese mismo día por la tarde (sábado) mi hijo mayor me acompaño a una ciclopista cerca de casa he intente subir a ella “milagro la pude dominar” sin ningún problema, claro de niño siempre andaba en bicicleta así que solo era recordar , así di la vuelta en una pequeña laguna donde se encuentra la ciclopista pero al intentar bajarme me fui de hocico, ya que no tenía ningún artefacto de protección me raspe un brazo y la frente. Gran error haber asumido este ejercicio sin las protecciones necesarias.
Volví a mi bicicleta estacionaria y abandone por unos días la bicicleta móvil, pero algo en mi interior me decía que lo intentara nuevamente, “esa pequeña voz de mi inconsciente que hacía que realizara cosas que yo temía” una día después del trabajo, tome la bicicleta (ya con casco y guantes) y me dirigí nuevamente donde antes había yo recorrido ese trayecto esta vez solo.
Ya no hubo más caídas, claro también tenía más precaución y de ahí en adelante tomo una rutina diaria de una hora a una velocidad lenta por que no se trata de romper marcas, si, no realmente de hacer ejercicio.
“EFECTO” aunque tomo la levodopa rutinariamente una ½ pastilla cada cuatro horas el temblor desapareció, ya abandone el bastón, estoy en mi peso, controle la azúcar aunque sigo con mis medicamentos, pareciera que me encuentro sin ningún padecimiento.
Pero lo más sorprendente el ejercicio estimulo mis reflejos y mi conciencia y deje de tener alucinaciones.
Ahora lo único que no he podido regularizar es mi sueño el cual sigo aprovechando en las madrugadas para seguir investigando este padecimiento.
He aprendido a aprovechar este defecto y no preocuparme con el mas bien ocuparme de el
Gracias por leer esta historia que espero les pueda servir de alguna manera.