Christine Miserandino estaba en a universidad cuando su mejor amiga le preguntó: cómo es vivir con lupus? Ella estaba sorprendida, pues su amiga la había acompañado a controles y había escuchado bastante de las explicaciones médicas. Christine le explicó varias cosas intentando dar respuesta, pero la amiga insistía: cómo es vivir con lupus?
Ahí nació la "teoría de las cucharas". Ella explicó a su amiga que la diferencia entre estar enfermo y estar sano es tener que tomar decisiones o pensar conscientemente acerca de cosas que el resto del mundo no tiene por qué pensar.
La mayoría de la gente comienza el día con una cantidad ilimitada de posibilidades, y la energía para hacer lo que desean, especialmente a los jóvenes. La mayor parte de la gente, no tienen que preocuparse por los efectos de sus acciones.
Christine entregó un número limitado de cucharas a su amiga y le pidió que hiciera un listado de todas las actividades que debía realizar durante el día. Luego le explicó: una cuchara, una acción (y acciones tan simples para muchos como ducharse, lavar la loza o dar un paseo caminando).
La historia sigue, la amiga de Christine vivió el día muy sorprendida teniendo que optar en cada acción que decidía hacer.
Cuando leí esta historia, me sentí ABSOLUTAMENTE identificada (ella hace extensiva esta 'teoría' a todas las enfermedades crónicas). Sé que si hoy en la noche decido salir, mañana tendré 'menos cucharas' porque trasnochar me pasa la cuenta. O así mismo, si decido dar un paseo en bicicleta, no puedo ese mismo día hacer el aseo de mi casa.
Esto al principio puede parecer muy limitante, pero he aprendido a agradecer tener un número limitado de cucharas diarias. ¿Saben por qué? No hago nada por inercia, lo que hago es porque quiero hacerlo y lo disfruto a concho!
Un abrazo a tod@s y feliz 18!
ps: Si quieren leer la historia completa de Christine, pueden hacerlo en este link: butyoudontlooksick.com/wpre...