Esquizofrénicos Anónimos en México
Narra brevemente la creación en Estados Unidos de Schizophrenics Anonymous y de su fundadora. Por otra parte, describe la fundación de un grupo de Esquizofrénicos Anónimos en México, que se constituyó como Asociación Civil en 1997.
Esquizofrénicos Anónimos en México
Lucía X.
Hace diez años bajaba de la dúplex de Jardines de Acapatzingo, en Cuernavaca, cuando vi subir por la calle la rechoncha figura de Frank D. (honor a su memoria) quien exclamó al verme:
-¡Nuestro poder superior, Dios Hijo, me ha traído hasta ti!
Frank D. era el seudónimo de un compañero de Neuróticos Anónimos (na) quien padecía esquizofrenia, al igual que otros compañeros del grupo de na. Entre las personas que entonces asistían al grupo podía notar que varios de ellos padecían esquizofrenia, entre ellos se encontraba el compañero Alfredo y su hermano Roberto, recién fallecido; podría decirse lo mismo de un hermano de ellos quien vive en la calle. Posteriormente me enteré que las dos terceras partes de los indigentes o homeless padecen esta enfermedad.
Aunque en los grupos de na no se diagnostica a nadie, en estas personas había evidencias que no podían ser negadas, como las de algunos síntomas positivos de la esquizofrenia, tales como delirios, alucinaciones y pensamiento desordenado, que a veces se manifiesta confuso, así como algunos síntomas negativos como falta de interés o lentitud, retraimiento, depresión, apatía o falta de motivación, también conocida como anhedonia y posiblemente también presentaban otros síntomas no psicóticos como ansiedad constante e insomnio.
Estas personas tenían, además, varios internamientos y necesitaban tomar medicamentos, a pesar de la opinión contraria de los grupos de na. Por estas razones, en una ocasión envié una carta a Grover, el fundador de na a través de sus oficinas centrales, sin embargo no recibí nunca respuesta alguna.
Aproximadamente dos o tres años después, una especie de presentimiento angustioso me decía que me comunicara urgentemente a casa de Frank, pero no podía recordar su teléfono, al tercer día pude recordarlo claramente y me comuniqué sólo para escuchar la voz angustiada y llorosa de la sirvienta, quien me dijo:
--¡Ay, Señorita. Lucía, Paquito acaba de morir!
La buena mujer me dio una explicación algo confusa. En ocasiones Frank salía de la casa y en esta ocasión había regresado enfermo de Cuautla, me dijo, y murió posiblemente de un paro cardíaco. Algo me decía desde hacía tiempo y, ahora con más razón, que buscara la forma de establecer un grupo de Esquizofrénicos Anónimos (ea), pues una compañera de la carrera de Psicología de la Ibero también había padecido esta enfermedad; había sufrido mucho y había fallecido de manera algo inexplicable; por otro lado también entre algunos compañeros del grupo de na existía esa inquietud.
Pasaron otros dos o tres años antes de que buscara en la literatura de la biblioteca de psicología, más específicamente en los Psychological Abstract (anuario donde vienen recopiladas anualmente todas las investigaciones acerca de la materia) algún grupo anónimo para personas con esquizofrenia. A fines de l995 encontré un resumen acerca de lo que buscaba: había un grupo de Schizophrenics Anonymous (sa) en Ohio, así que le escribí a Joseph Walsh, doctor en Trabajo Social a la Universidad Virginia Commonwelth University, desde donde me enviaron la primera literatura de sa.
De acuerdo con el Manual del líder de sa planeé formar el primer grupo de Esquizofrénicos Anónimos (ea) en español, ya con algo traducido, especialmente los Seis Pasos para la recuperación de ea.
Los que iniciamos el grupo, Alfredo, José Luis, Sergio y yo, nos reunimos por primera vez el 14 de febrero de 1996 en el Parque Hundido para ponernos de acuerdo sobre los lineamientos a seguir en el grupo de ea. Como a Sergio y a José Luis no los conocía, llevaba una pancarta con un corazón y las iniciales ea. A partir de la siguiente semana empezamos a sesionar en un cuartito oscuro del dispensario de Tlacoquemécatl donde duramos casi tres años y de donde nos cambiamos a otro local anexo a una iglesia en el centro. El grupo no crecía y si lo hacía era muy lentamente, además, los compañeros no permanecían mucho tiempo en el grupo. José Luis ya sólo contestaba el teléfono y daba los informes. Sergio y Alfredo tampoco asistían pues este último prefería asistir a las juntas de na a las que estaba más acostumbrado, quizás porque allí encontraba más gente y una mejor organización.
Algunos preferían quedarse únicamente con el tratamiento médico y la rehabilitación que proporcionaban los hospitales psiquiátricos, así como las asociaciones de familiares. No había dinero para publicar la literatura aunque se contaba con la traducción de prácticamente todos los materiales que nos habían mandado de Michigan, y aunque todos los años recibíamos invitaciones para asistir a los cursos de formación de líderes, hasta la fecha no contamos con becas para poder asistir en octubre a Detroit, a los eventos organizados por sa.
Para prevenir el desarrollo futuro de ea constituimos Esquizofrénicos Anónimos como Asociación Civil en 1997, y ahora estamos trabajando para poder recibir donativos libres de impuestos, pues hay que tomar en cuenta que muchas de las personas con esquizofrenia no trabajan y viven de pequeñas pensiones de invalidez y que en países como el nuestro todavía hay mucho por hacer a favor de estas personas que constituyen 1% de la población, y que, sin embargo, no cuentan con infraestuctura como en otros países donde reciben ayuda para medicamentos o hasta departamentos donde pueden vivir y rehabilitarse íntegramente.
En algún punto de nuestra relación sentí que se enfriaba el contacto con las Oficinas Centrales de sa, cuando se detuvo la correspondencia y decidí comunicarme con ellos por internet; quizás es porque ellos tienen mucho trabajo, supongo, pero actualmente el contacto se reduce casi exclusivamente a recibir los e-mails semanales de Michigan. Allá en Estados Unidos ya hay más de 150 grupos, apoyados por la Mental Health Association of Michigan*, además de más de una docena en Canadá y varios en Brasil. Actualmente, en las Oficinas Centrales están trabajando en un proyecto para formar grupos en las cárceles, dada la reciente desaparición de algunos hospitales psiquiátricos. Así que no puedo pedirles demasiado y menos porque nunca les hemos mandado ni un centavo.
Gracias a la página de Esquizofrenia en español pude ponerme en contacto con una persona de Cuernavaca que tiene tres familiares con esquizofrenia y quien también está interesada en formar grupos de autoayuda allá, aunque su principal intención es la de formar una casa de medio camino. Ojalá se decida a apoyar a la Asociación de Esquizofrénicos Anónimos para que se abran más grupos en México y nuestra labor pueda crecer y multiplicarse.
Quisiera narrar algo acerca de la historia de Schizophrenics Anonymous y de su fundadora. La señora. Joanne Verbanic, madre de dos hijos y ejecutiva de la Ford Motor Credit Company, casada con un alcohólico desde los 18 años, después de varios años de soportar un tremendo estrés, había tenido un colapso nervioso que la hacía sentir que la televisión y la radio estaban enviándole mensajes, por lo que fue internada por primera vez en 1970.
En un programa patrocinado por Menninger, la Alianza de Kansas a favor de la Salud Mental, el Consejo de Kansas para la Salud Mental, el Consejo de Kansas para la prevención de la Salud Mental, la Asociación para la Salud Mental de Kansas y el Centro Comunitario para la Salud Mental de Shawnee, Joanne afirmó que las voces le decían que se matara y que ella creía en lo que le decían por lo que intentó suicidarse dos veces; se volvió paranoide y pensó que las enfermeras y los doctores que intentaban ayudarla pertenecían al fbi.
"A esto siguieron más hospitalizaciones y diferentes medicamentos. Eventualmente, Verbanic dio con un nuevo medicamento que le funcionó. Las medicinas, junto con 21 años de psicoterapia, la impulsaron en su lucha por la salud mental considerada recuperada aunque debía cuidarse mucho. La señora. Verbanic, quien tiene a un hermano más enfermo que ella, decidió dedicar su vida a ayudar a otros enfermos a recuperarse, por lo que empezó a dar conferencias acerca de la esquizofrenia y a trabajar en organizaciones de salud mental.
Joanne Verbanic quien ahora se considera una esquizofrénica paranoide recuperada, quiso ayudar a otros esquizofrénicos a enfrentarse con su enfermedad y en su camino hacia la recuperación. En 1985 fundó Esquizofrénicos Anónimos, un grupo de apoyo mutuo y autoayuda para personas con esquizofrenia o una enfermedad relacionada...
Verbanic afirmó que su trabajo en la Ford Motor Credit Company es lo que le ha dado fuerzas. Durante los 14 años que trabajó allí recibió cinco promociones. Su trabajo es el de gerente y especialista en quiebras.Durante estos 14 años también ha sido hospitalizada cinco veces. "Mi trabajo es mi terapia", dijo.
La señora. Verbanic afirmó que después la Ford Motor Credit Company recibió un reconocimiento nacional de parte de la Alianza a favor de los Enfermos Mentales.
Después la señora. Joanne Verbanic formó a Schizophrenics Anonymous, que toma algunas de sus creencias de Alcohólicos Anónimos. La organización tiene seis pasos que seguir en lugar de los 12 pasos del programa de aa. La organización promueve la idea de que la recuperación es posible con medicamentos y ayuda profesional.
La señora Verbanic es el único miembro de la organización que no es anónimo. Afirmó que ella se hizo una figura pública para que los demás supieran que una persona con esquizofrenia puede ser productiva.
Eso no es algo de lo que deba uno avergonzarse, es como la diabetes. El primer paso del programa de sa es el de aceptar que se tiene la enfermedad.
Verbanic dijo que los miembros de sa creen que la esquizofrenia es un desbalance químico del cerebro, así como un desorden psicológico y social.
Otro paso es el de elegir estar bien.
Yo estoy bien porque tengo control sobre mi vida y sobre mi enfermedad. Personalmente yo no creía que tuviera la oportunidad. Yo no creía hace siete años que pudiera estar tan bien. Escoger estar bien es tomar tus medicamentos.
Dijo que también es cuidarse, buscar ayuda profesional cuando se necesite y hospitalizarse si es necesario.
Nosotros no vemos la necesidad de hospitalizarnos como un fracaso sino que lo vemos como una experiencia de aprendizaje. Creemos que ir al hospital es elegir estar bien.
Todos tenemos obstáculos que superar en la vida, pero una persona con enfermedad mental, especialmente si es esquizofrenia, tiene que escarbar un poco más en su interior, dijo.
En otro discurso que pronunció en el año de 1995, en esta ocasión por la celebración del décimo Aniversario de sa afirmó:
"Hace 25 años, cuando fui hospitalizada por primera vez, descubrí que mis compañeros de internado eran las personas más amables, amorosas y sensibles que he conocido en mi vida. Estos eran seres humanos maravillosos y muy valiosos cuando se tenía la oportunidad de apreciar sus cualidades internas.
Mi experiencia es que en Esquizofrénicos Anónimos atraemos a ese tipo de personas maravillosas ¡y tantos de ustedes están aquí ahora! ¡Gracias por estar aquí en esta celebración! Ustedes, los miembros de Esquizofrénicos Anónimos han sido un ejemplo para mí, ustedes me han enseñado la importancia de la pureza de corazón y del amor incondicional. En nuestro grupo la apariencia no es tan importante. Lo que valoramos son esas cualidades internas. Yo siento amor en los grupos de Esquizofrénicos Anónimos, es el amor de Dios el que trabaja a través de las personas.
Cuando fundé Esquizofrénicos Anónimos fue la primera vez que supe que no estaba sola. Sentí alivio al tener otros miembros de ea como parte de mi recuperación. Las reuniones de ea son una parte de mí ahora. Celebremos juntos.
Que Dios los bendiga."
Ojalá en México se dé pronto un milagro parecido al que ocurrió en Southfield, un suburbio de Detroit, a partir del primer domingo de julio de 1985, gracias a Joanne Verbanic.
Nota
* Schizophrenics Anonymous depende en la actualidad de la National Schizophrenia Foundation constituida en 1999.
Fuente: liberaddictus.org/varios/75...
