La Terapia Recreativa se ha convertido en un componente popular de tratamiento de enfermedades mentales. La Asociación Americana de Recreación Terapéutica lo define como “un servicio de tratamiento diseñado para restaurar, remediar y rehabilitar a una persona del nivel de funcionamiento y la independencia en las actividades de la vida, para promover la salud y el bienestar, así como reducir o eliminar las limitaciones de la actividad y las restricciones a la participación en la vida situaciones causadas por una enfermedad o condición de discapacidad. “ (American Therapeutic Recreation Association, julio de 2009). Servicios de esparcimiento de terapia se ofrecen en una variedad de opciones de tratamiento de enfermedades mentales, incluida la hospitalización, consulta externa y atención residencial. Terapeutas certificados con un título de licenciatura en el campo y con certificación nacional.
Los terapeutas recreativos utilizan una variedad de técnicas para ayudar a aliviar los síntomas de la enfermedad mental y mejorar la calidad de vida del consumidor. Educación para el ocio se proporciona a menudo, lo que puede ayudar a los consumidores a identificar qué tipo de ocio que están interesados ?en encontrar recursos para la participación de la comunidad. Muchas personas que están experimentando síntomas de una enfermedad mental han perdido el contacto con sus estilos de vida de ocio o que se aíslan socialmente. Educación para el ocio también puede mejorar las habilidades sociales para mejorar el disfrute y permitir a los consumidores para construir mejores relaciones. Muchos terapeutas recreativos también utilizan la participación de la recreación como una modalidad de tratamiento. Los terapeutas participan en actividades de ocio con el consumidor para mejorar las habilidades de ocio y practicar habilidades sociales en el momento. En un ambiente de grupo, los terapeutas usan actividad de ocio basado en la exploración de patrones de comportamiento saludables y enseñar habilidades de afrontamiento.
En el tratamiento de enfermedades mentales, la terapia recreativa puede ser un tratamiento versátil de abordar diversos temas. La actividad lúdica puede proporcionar una mejor estructura de todos los días al participar en actividades como el trabajo voluntario, clases o grupos sociales. Ciertas actividades de ocio también ofrecen oportunidades para la interacción social y de apoyo. Las actividades físicas y el ejercicio pueden ayudar a mejorar su estado de ánimo. El ejercicio y otras actividades de ocio también pueden proporcionar un sentido de logro. Muchos de los conceptos reforzado en Terapia Recreativa alinearse con el corte de los tratamientos de borde como la Terapia Dialéctica Conductual (TDC). Las habilidades de la atención plena, la participación regular en eventos agradables, y maestría en la construcción son todos los componentes básicos en la terapia tanto DBT y de recreo. Por último, la participación de ocio puede proporcionar un sentido de propósito y significado en la vida de uno, así como el fortalecimiento de la identidad individual o el propio sentido de lo que son. Un terapeuta recreativo puede motivar y guiar a alguien que está experimentando problemas de salud mental de ocio que ofrece los beneficios específicos que se adapten a sus necesidades. Servicios de esparcimiento de terapia se incluyen en la mayoría de los programas de alta calidad de salud mental.
Fuente: casadesalud.com.mx/articulo...
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Higiene Mental:
La Higiene mental es el conjunto de actividades que permiten que una persona esté en equilibrio con su entorno sociocultural. Estas acciones intentan prevenir el surgimiento de comportamientos que no se adapten al funcionamiento social y garantizar el ajuste psicológico imprescindible para que el sujeto goce de buena salud mental.
En la Higiene mental la sociedad en general debe involucrarse en la creación de un ambiente propicio para que todas las personas se encuentren en equilibrio con el entorno. La familia, el sistema educativo, el Estado y la religión, por ejemplo, aportan a la higiene mental.
Cuando hablamos de higiene mental se hace necesario que establezcamos que existen multitud de hábitos que podemos realizar de manera periódica y frecuente para conseguir que aquella sea lo más óptima posible. En concreto, algunos de los más significativos son los siguientes:
Valoración positiva de uno mismo. Con esto lo que venimos a dejar patente es que se hace vital y fundamental para nuestra salud mental que reforcemos tanto nuestra autoestima como nuestro propia imagen. Y es que no sólo debemos valorar lo bueno que tienen el resto de personas sino también nosotros mismos.
Gestión de nuestras emociones. Todas y cada una de las emociones que nos asaltan, tanto en el lado positivo como en el negativo, se hace necesario que sepamos encauzarlas e interpretarlas por nuestro bien.
Recuerdos positivos. En este caso se trata de que debemos marcharnos al pasado para recordar momentos buenos y positivos y no otros que nos hicieron daño o que nos causaron frustración.
Satisfacción de las necesidades básicas. Tener una buena higiene mental que nos proporcione una salud mental estable y equilibrada es algo que pasa, entre otras cosas, por la satisfacción de nuestras necesidades básicas. Si no satisfacemos las mismas lo que haremos será causarnos una frustración y, por tanto, un daño. Entre esas necesidades principales estaría el comer, el beber, el dormir, el practicar sexo…
Ver lo positivo. Muchas serán las situaciones y las personas que estarán presentes en nuestro alrededor y de todas ellas sólo hay que quedarse con lo que es positivo y bueno para nosotros.
La autonomía, el bienestar subjetivo, el potencial emocional y la competitividad forman parte de los factores que debe cuidar la higiene mental. Es importante tener en cuenta que la ausencia de un desorden mental reconocido (como la esquizofrenia o la psicosis) no implica el bienestar mental.
La salud mental de un individuo se refleja en su comportamiento cotidiano y está vinculada a la capacidad para manejar sus temores y angustias, controlar la ansiedad, enfrentar las dificultades y aliviar las tensiones. Todas las personas deberían poder llevar adelante una vida independiente sin que las relaciones interpersonales afecten su poder de decisión y resolución.
La higiene mental debe ser cuidada por cada individuo a través de hábitos positivos que le permitan mantener el equilibrio interno. La valoración positiva de los rasgos propios y ajenos, la catarsis emocional y el fortalecimiento de la autoestima son algunas de las cuestiones que cualquier persona debe trabajar para proteger su higiene mental y para evitar desequilibrios psicológicos que le impidan desenvolverse con normalidad.
Fuente: definicion.de/higiene-mental/