Generalmente son necesarias tres sesiones por semana. Cada sesión tiene una
duración de 3 a 4 ½ horas.
Una vez que se ha comenzado la terapia, puede ser necesario cambiar la frecuencia y la
duración de las hemodiálisis dependiendo principalmente del grado de limpieza que el organismo
requiere.
Esto depende de:
• La función renal que el paciente conserve.
• La presencia de infecciones
• El estado nutritivo.